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Mudanza...


Se me hace muy difĆ­cil no sentir en momentos como este. Los pongo en situaciĆ³n. Estoy en mi nuevo departamento. El primero propio en esta nueva etapa en Buenos Aires.  Tengo la panza hinchada. Acidez. Me saliĆ³ una llaga en las encĆ­as. La glucosa va y viene como la cabeza de un espectador del US Open.  Me duele la espalda. La postura es horrible. La columna me pide “por favor, basta”.
ReciĆ©n llegaron mis cosas de Mar del Plata. Incluso escribo esto desde la notebook que esta apoyada a un escritorio que tiene meses y meses de tierra acumulada. Tengo el culo sobre una caja que hace de improvisada silla. Escucho a Silvio RodrĆ­guez en un recital en vivo que dio hace unos aƱos en RepĆŗblica Dominicana. Siento que con esta mudanza dejĆ© definitivamente Mar del Plata. Que ciudad, loco! Que ciudad. Cuanto me ha dado. Cuando le di. Cuanto quedo en ese lugar. La mudanza esta acĆ” pero cuantos sentimientos me mueve ese lugar. Marplatense por elecciĆ³n, sin dudas. Marplatense. Por mis recuerdos, por sus calles, por la gente que desde ese lugar se le sigue dibujando una sonrisa cada vez que se enteran que me toca una buena nueva… CĆ³mo no sentirme de allĆ”? Y cĆ³mo, en este cierre definitivo de capitulo, no sentir cosquillas y sentimientos tan fuertes que me hacen temblar mientras escribo estas lĆ­neas? Como evitar que pase todo eso? CĆ³mo no sufrirlo? CĆ³mo no disfrutarlo? CĆ³mo no tener miedo a este reloj que tiene agujas voladoras y a este almanaque no deja de pasar y tirar hojas?
 La cosa es que estoy sentado acĆ”. Que muchas veces me imagine este momento. Y que las sensaciones son mas o menos parecidas a lo que creĆ­a que iba a pasar. Miedo, orgullo, emociĆ³n, ganas, y nuevamente orgullo, y nuevamente miedo. Esa sensaciĆ³n escondida en algĆŗn lugar oculto del corazĆ³n que me dice “las cosas pasan, Ramiro, pasan… aunque te pongas en puto orgulloso, aunque digas ´yo ya no quiero apostar a esto´, o el miedo te parezca tan fuerte que el ocultarte en un rincĆ³n oscuro te haga pensar q es el Ćŗnico camino, las cosan pasan… O seguĆ­s o te quedas, y, afortunadamente, vos sos de los que siguen. Hay cosas a las cuales no le podes escapar y esta es una de ellas. QuizĆ”s la mas importante. QuizĆ”s la mas valiosa que tenĆ©s. La Ćŗnica que vas a poder llevarte a la tumba. TĆŗ esencia. Esa llena de cosas feas y oscuras, pero tambiĆ©n inundadas de esto… de seguir. Y hacerlo justo en el momento cuando sentĆ­s que no se puede mas.”
Tengo en casa 11 cajas llenas de recuerdos. Cajas cerradas hace 567 dĆ­as con fantasmas que al abrirse se van a encontrar conmigo. No con aquel que las cerrĆ³, sino conmigo. Me servirĆ” para saber si aun se me hace pesado el ayer. Para saber que cosas duelen y cuales ya no. Para decidir con cuales me quedo, cuales dejo a un lado. Para ver cuales prefiero seguir esperando y llevĆ”ndome a la cama para dormir abrazados. Como cuando era chico y me llevaba el juguete nuevo a la cama, y lo abrazaba, y lo miraba, y lo buscaba al otro dĆ­a a la maƱana porque mis ojos solo querĆ­an ver eso al otro dĆ­a. QuerĆ­a gastar mi mirada en eso. Solo en eso.
Fin de las cajas. Fue todo un acontecimiento. En resumen, no hay 48hs de mudanza que alcancen para acomodar una casa nueva. Tampoco hay tiempo que ayude a olvidar ciertas cosas. Me quedo con poquito, muy poquito, entre ellas vos y esas ganas de mis ojos de que seas lo primero que tengan para ver en las maƱanas…

1 comentario

Vero dijo...

Las mudanzas son todo un tema...
en mi caso, hace dos dĆ­as me confirmaron el depto que quiero disponible en 4rent argentina y estoy super estresada porque no se como voy a hacer para trasladar mis cosas desde Uruguay!!!
Alguna sugerencia??