Vacío
Tuve casi un millón de intentos de empezar y todos fueron fallidos. Traté de robar letras de canciones pero no pude. Le faltaba originalidad. Trate de colgarme de reflexiones de Dolina pero tampoco ese era el camino. El último “gran” fue buscar el significado de esta palabra en un diccionario de la Real Academia Español y… no. Desistí. Eran 14 definiciones muy puntuales y en ningún de ellas estaba “corte de carne argentino” así que tampoco tiene mucha validez.
Lo cierto es que cuesta ver como pasan los días y este vacío del domingo a la mañana fue mutando a esta nada de hoy. Tienen relación pero la nada de hoy es un vació de sentimiento, y en cambio el vacío del domingo tenía mucho de ello. Tenia mucho de sístole con diástole, tiene mucha arteria apretada por la cantidad incalculable de cm3 de sangre que pasaban por ella.
Esto de hoy es lo más parecido a un cuarto oscuro. Un lugar que está, que existe, pero que ni vemos ni tocamos. La sensación de que podría ser un cuarto de 2x2 o un campo enorme. No importa. Está oscuro y no hay muchas ganas de mover así que da igual su extensión. Es solo oscuridad. Inmensa o limitada. Solo es oscuridad.
Es un vacío sí! Pero es un vacío sin sentimientos. Un vacío que no tenemos ni la menor de las intenciones de que sea ocupado por otra cosa. Es un vacío que no importa. Que aceptamos. Es nada.
Me acuerdo aquella mañana, aquel momento, y aquel final. El final del cuento. Me acuerdo de dar vuelta la mirada y encontrarme con dos sillas vacías, no dos camas, son sus patas cruzadas. Como abranzandose. Abrazando el vació del lugar, de su espacio, del momento que irremediablemente iba a llegar. Y llegó.
Sigo sin poder entender las cosas que vienen con fecha de vencimiento. Pero supongo que será una de las cosas lógicas de la vida. Si hasta los tomates se me pudren en la heladera. Si hasta la leche agarra un sabor agrio. Si hasta al pan le salen honguitos verdes. Muy distintas nuestras relaciones no deben ser y mucho menos si yo soy el 50% de ella.
“Esto es lo que querías? Bueno ahí lo tenés…” Ya sabes Vir q no me puedo olvidar de esa frase. Que fue la señal mas grande que no quise ver. Quizás, en algún punto, acostumbrados a todos los segundos pasos que sean necesarios, “eso” no es lo que quería. Quizás se creyó mi discurso de la boca para afuera sin darse cuenta que el otro, el real, el de la boca para adentro, lo que quería solamente era un poco paz. Sentir que estaba haciendo las cosas bien. Pasaron casi 30 años de vida, pasó mas de un año de esto, y sigo pensando que por este camino ya pasé. Es un circulo. Es enorme, pero es un circulo. Son pasos repetidos. No me quejo. El problema es que solo tiene un sentido, y no alcanzan ni las mas fuertes ganas para poder ir contramano. Ya no sé puede volver. Y eso, más allá de la lastima que me da, provoca un vacío enorme. Vacío que se transforma en nada. Porque nada es lo que hay.
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