Nuevo perfil de Facebook
Me duele el nuevo
perfil de facebook. A la derecha de mi pantalla tiene ese historial aƱo por aƱo
que al verlo no puedo evitar entrar en algĆŗn links puntual. Y al hacerlo no
puedo evitar leer estados, comentarios, simples chistes que allĆ” tiempo y hace
lejos daban otra imagen a los dĆas que venĆan. Nunca voy a saber si estos dĆas
fueron mejores o peores pero el resto de mi vida voy a tener la certeza de que
fueron distintos. Y de que me hubiese gustado no perdƩrmelos.
No puedo engaƱar al
corazĆ³n. QuizĆ”s si a la cabeza pero no al corazĆ³n. No a la nostalgia. DespuĆ©s
de meses sin escribir recuerdo esos dĆas y mis dedos empiezan a funcionar
nuevamente. No sƩ por quƩ. Pero sƩ que es por algo. No puedo negarlo. No puedo
negar que seguĆs teniendo ese poder en mĆ. Ese que espero que alguna vez se
vaya.
Te lo dije hace un
rato. Daria mi vida por estar en tu lugar. Los hospitales son casi mi segunda
casa. Me conocen, me quieren, me tratan bien, me hacen compaƱĆa, y hasta se
esfuerzan en que me toquen enfermeras jĆ³venes y lindas que me dan comida con
sal y porciĆ³n doble de postre. AsĆ que deberĆas aceptar y cambiarme el lugar. DespuĆ©s
de tantos aƱos sigo pensando en uno, la libertad de tu cuerpo la necesitas vos
para pensar en tres o, sobre mi pesar, en cuatro.
Mientras tanto
tengo esta estĆŗpida e inĆŗtil sensaciĆ³n de demora. Si. Justo a mĆ. A mĆ que
tengo una obsesiĆ³n por los relojes y la puntualidad. A mĆ que desde hace mĆ”s de
un aƱo me puse la penitencia de dejar de usar reloj, pero que para lo Ćŗnico que
sirviĆ³ es para gastar el botĆ³n de encendido del celular y para quemar mi brazo
de forma pareja.
La sensaciĆ³n que
hoy tengo es la misma que siento cuando llego a casa. Abrir la puerta del
edificio. Ver a lo lejos que el ascensor me espera en planta baja. Sentir esa
sensaciĆ³n de “triunfo” bĆ”sico e idiota. Acercarme. Estirar mi mano hacia la
puerta. Y justo unos centĆmetros antes alguien lo llama y se va… Tarde. Siempre
tarde. O lo que es peor, a veces demasiado temprano. Demasiado rƔpido.
Muchas veces, no
todas, me lleno la boca y el pecho de orgullo diciendo “prefiero arrepentirme
de lo que hice y no de lo que no hice”. Es re linda la frase y creer que lo
hago tambiƩn me hace sentir bien. Muy bien. Al menos me hace salir de los ratos
de ahogo en los que no puedo ver, ni sentir, ni respirar.
De pronto recuerdo
que estoy mirando una pelĆcula y entonces pongo nuevamente los ojos en el
plasma y leo a NicolĆ”s Cage que dice “Necesito
q me recuerdes como soy ahora, en este momento. Guardalo en tu corazĆ³n para
siempre, guardalo. No importa lo que pase. Debes hacerlo porque sino es como si
no hubiese pasado nada y no puedo vivir con eso. Debes prometerlo.”
SerĆ” por eso
entonces que escribĆ? Sera esta pelĆcula que trae los recuerdos y las ganas
inevitables de tocar el teclado? SerƔ que lleguƩ a la parte mƔs triste de la
pelĆcula? No sĆ© que es ni sĆ© como sigue. Ni siquiera sĆ© si sigue. Y si lo hace
no sĆ© si sigue bien. Porque hace un rato aprendĆ que con las ganas solas no
alcanzan, y de verdad… tengo tantas ganas de que siga bien. Tantas…
Entonces me veo
golpeando la puerta de una casa que conozco. Preguntando por alguien que no
conozco. Y escuchando la respuesta de equivocado. Sintiendo el vacio de algo
que perdĆ aunque en realidad es algo que nunca tuve.
Una vez, hace
muchos muchos aƱos, me dolĆa terriblemente la cabeza. No lo podĆa soportar.
Llegue a casa del trabajo y mi vieja me dijo que con mi mano le toque la cabeza
a la perra. Que ella, porque me querĆa, iba a tomar mi dolor. Me lo sacaba a mĆ
y se lo quedaba ella. Y asĆ pasĆ³. Al poco tiempo ya no me dolĆa. Son Ć©pocas en
las cuales me toca hacer de mascota que saca el dolor. Y la sensaciĆ³n que tengo
es que duele. Es un dolor terco, de esos que no se quieren ir, es un dolor de cabeza
dura, de esos que me provocan decir “yo puedo con esto”, es un dolor
esperanzador, de esos que me dicen “algo bueno va a salir”. Esa sensaciĆ³n, quizĆ”s
mas deseo, de que todo va a ir mejor.
Es horrible
acordarme de vos. Es lo mĆ”s feo que me pasĆ³ en los Ćŗltimos aƱos. Supongo que,
como tanto, ya pasarĆ”. Que bueno serĆa que tu distancia de cientos de kilĆ³metros
la pudiera poner en prƔctica en esta cabeza dura, de rulos arremolinados.
Tengo ganas de
llorar. No quiero hacerlo porque sĆ© que raramente me trae alguna soluciĆ³n. Pero
tengo ganas de llorar, gritar y zapatear como nene caprichoso que sabe que al
hacerlo los padres le van a dar el gusto. Sin dudas fui un caprichoso y lo sigo
siendo. Pero estos dĆas de “adulto” o esta vida que se supone me va
convirtiendo en un hombre es lo suficientemente real como para darme cuenta que
haciendo eso no gano nada. No se soluciona nada. Pero sin embargo no es tan
adulta como para dejar de sentir esas ganas de zapatear y que las cosas se
solucionen. No importa como pero quiero que se solucionen. No quiero sentir
este vacĆo. Quiero eso que quiero y esta tan lejos. Y quiero tenerlo ahora. NO
quiero esperar mƔs. No quiero construirlo porque siento que ya lo hice y lo
merezco. Que ya paguƩ las cuentas en rojo e incluso di de mas. Ahora quiero
esto. Lo quiero ya. Y no sĆ© cĆ³mo hacer para que alguien se de cuenta que lo
estoy pidiendo por favor. Para que registren que ya no tengo mƔs fuerzas para
seguir. Para que me den aunque sea como adelanto algo de esa dosis que pienso
llenara este vacĆo. Lo quiero. Lo necesito. Pero simplemente no estĆ”.
Simplemente no registra cuanta falta me hace y de registrarlo no cambia nada
porque simplemente ella no quiere lo mismo. Simplemente ella es feliz donde
estĆ” y con quienes estĆ”. Su cara y sus palabras demuestran lo feliz que es y
demuestran que no me necesita. Que ya no va a volver. Que quizƔs nunca estuvo.
Y yo acĆ”. Con ganas de llorar pero con lagrimales secos que no me dejan.
Acumulando angustia que en breve pasarĆ” o se esconderĆ”. Porque al fin y al cabo
el aprendizaje mas importante es que, como tantos, no soy eterno ni siquiera en
el dolor….
Pd. Este texto es de fines de Enero. No recuerdo bien en que estaba, o quizas sĆ... como olvidarlo?
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