Los gorriones
Muchas veces veo revolotear gorriones cerca de los autos, en los jardines y hasta en la plaza del caballito que veo desde mi ventana. Buenos Aires parece invadida pero no exclusiva, tambiĆ©n los veĆa en Punta Alta, Mar del Plata, Chaves…
Los europeos no quieren hacerse cargo de que sea originario de sus tierras y dejan caer la hipótesis sobre su origen en Asia, Alguien dijo, con criterio conciliador y no cientĆfico, que nació de las entraƱas de las nubes y que hoy se los puede encontrar en todas partes.
Algunos dicen que en 1850 centenares de gorriones fueron liberados en Filadelfia para combatir las orugas que destruĆan huertas y jardines.
Otros que los trajo Sarmiento. La historia cuenta que Emilio Bieckert trajo gorriones de su pueblo natal, Barr, en el Alto Rhin, Alemania. No los pudo llevar a su quinta situada en Juncal y Esmeralda. Frustró sus intentos la excesiva rigurosidad del funcionario de la Aduana que le pidió el pago de sus aforos y los gastos de cuarentena. Entonces decidió soltarlos en el Puerto de Buenos Aires. Desde ahĆ recorrieron el cielo porteƱo y mĆ”s tarde en numerosas bandadas, el resto del paĆs. A los pocos meses, el presidente Sarmiento, movido por su amor a los pĆ”jaros, hizo una suelta de gorriones en Plaza de Mayo y de ahĆ nació la leyenda.
Por sus caracterĆsticas fue muchas veces combatido y algunas defendido de su sentencia de muerte. Los que lo defendĆan alegaban que los gorriones cumplĆan su función positiva: comĆan a las langostas; a la mariposa Collias lesbias, la plaga de los alfalferos, y a la isoca Laphigma frugiperda.
En 1931 se emitió un decreto para la iniciación de la campaƱa de exterminio del gorrión y se les proveyó a los agricultores la fórmula quĆmica para combatirlo. Cinco aƱos despuĆ©s se instituyó la Semana del Gorrión, durante la cual se intensificarĆa la destrucción. Ante esto, la Sociedad Protectora de Animales Sarmiento trató de evitar la matanza.
¿Que hicieron los gorriones? Ante las primeras bajas se replegaron a zonas menos combativas y, mĆ”s tarde, regresaron lentamente, a disfrutar sus vidas nuevamente.
Mientras tanto, muchos aƱos despuĆ©s, a pocos kilómetros del lugar donde quizĆ”s fueron liberados por primera vez, yo estoy acĆ”, mirĆ”ndolos por la ventana y esperando que ates una bandada de gorriones a mis muƱecas y juntos huyamos lejos de aquĆ, a otro planeta.
LlĆ©vame donde tu estĆ©s…
Los europeos no quieren hacerse cargo de que sea originario de sus tierras y dejan caer la hipótesis sobre su origen en Asia, Alguien dijo, con criterio conciliador y no cientĆfico, que nació de las entraƱas de las nubes y que hoy se los puede encontrar en todas partes.
Algunos dicen que en 1850 centenares de gorriones fueron liberados en Filadelfia para combatir las orugas que destruĆan huertas y jardines.
Otros que los trajo Sarmiento. La historia cuenta que Emilio Bieckert trajo gorriones de su pueblo natal, Barr, en el Alto Rhin, Alemania. No los pudo llevar a su quinta situada en Juncal y Esmeralda. Frustró sus intentos la excesiva rigurosidad del funcionario de la Aduana que le pidió el pago de sus aforos y los gastos de cuarentena. Entonces decidió soltarlos en el Puerto de Buenos Aires. Desde ahĆ recorrieron el cielo porteƱo y mĆ”s tarde en numerosas bandadas, el resto del paĆs. A los pocos meses, el presidente Sarmiento, movido por su amor a los pĆ”jaros, hizo una suelta de gorriones en Plaza de Mayo y de ahĆ nació la leyenda.
Por sus caracterĆsticas fue muchas veces combatido y algunas defendido de su sentencia de muerte. Los que lo defendĆan alegaban que los gorriones cumplĆan su función positiva: comĆan a las langostas; a la mariposa Collias lesbias, la plaga de los alfalferos, y a la isoca Laphigma frugiperda.
En 1931 se emitió un decreto para la iniciación de la campaƱa de exterminio del gorrión y se les proveyó a los agricultores la fórmula quĆmica para combatirlo. Cinco aƱos despuĆ©s se instituyó la Semana del Gorrión, durante la cual se intensificarĆa la destrucción. Ante esto, la Sociedad Protectora de Animales Sarmiento trató de evitar la matanza.
¿Que hicieron los gorriones? Ante las primeras bajas se replegaron a zonas menos combativas y, mĆ”s tarde, regresaron lentamente, a disfrutar sus vidas nuevamente.
Mientras tanto, muchos aƱos despuĆ©s, a pocos kilómetros del lugar donde quizĆ”s fueron liberados por primera vez, yo estoy acĆ”, mirĆ”ndolos por la ventana y esperando que ates una bandada de gorriones a mis muƱecas y juntos huyamos lejos de aquĆ, a otro planeta.
LlĆ©vame donde tu estĆ©s…
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