No hay más penas ni olvidos...

Abro los balcones, te beso, el murmullo de las lavadoras se mezcla con ritmos, darbukas, bachatas e incienso.
Maldita ciudad, no es tu mejor momento y aún estás hermosa. He de confesarte que te eché de menos.
Agarro la guitarra y canto para ti. Qué bueno estar en casa.
Pd. Soy afortunado, yo siempre vuelvo a Buenos Aires. :-)
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