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Tantas, tantas cosas...

Ya hace unos dĆ­as que estoy pensando que escribir. En varias ocasiones me surgieron cosas que creĆ­ interesante contar pero que por algĆŗn motivo no pude terminar de plasmar en palabras. Hace poco menos de una hora salĆ­ de trabajar y todo el viaje en colectivo vine pensando algo que se estĆ” volviendo repetitivo, que no puedo dejarlo de lado por mucho tiempo, y supongo que ese sentimiento es el iniciĆ³ de este espacio.
¿Saben? Me siento bien. Es raro escribirlo asĆ­ pero me siento un poco mĆ”s complemento. Cuando viajaba a casa venĆ­a escuchando algunas canciones de Silvio. Me detuve con principal atenciĆ³n en algunas y, como siempre, me di cuenta que no puedo dejar de lado esa costumbre de escuchar canciones amor. No sĆ©, es algo que viene conmigo y no me disgusta para nada. Mientras las escuchaba pensaba en la forma que estas letras inciden en las personas, en nuestro Ć”nimo. Supongo que hay muchos que preferimos este tipo de temas pero a mĆ­ en particular me pasa que cuando estĆ”s con alguien, cuando sentĆ­s el amor, se convierten en una grata compaƱƭa. En una forma de pensar lo bueno que es no sentir lo que autor sintiĆ³ en el momento de escribirla. En otros momentos, los de soledad, son letras que tienen mucho dolor y llegan bien adentro. Supongo que seremos muchos los que sentimos algo asĆ­.
Hoy estoy bien. Hoy que nuevamente no estoy solo puedo decir que estĆ”s canciones recuperaron en mĆ­ el lugar justo, preciso, indicado. Estoy muy contento con este nuevo descubrimiento. Con ver que las cosas estaban mucho mas cerca de lo que pensaba. Al lado, esperando, con ojos de “¿A mĆ­ cuando me toca? ¿Me tocarĆ”?”. Y sĆ­, me di cuenta de eso. Fue una sorpresa grande. Me refiero a que fue grande el sentir ese sentimiento y mucho mĆ”s al comprobarlo y, seguramente con mucho temor y mucho en riesgo, lo estoy disfrutando. Hoy tengo muy cerca de mĆ­ a alguien a quien no quiero perder. Alguien que me costĆ³ mucho encontrar, y una vez que se produjo este encuentro me costĆ³ mucho aceptarlo. Hoy sĆ”bado 12 de Abril de 2008 hace ya algunos dĆ­as que alguien se encargĆ³ de ocupar lugares que sentĆ­ vacĆ­os desde siempre. Huecos que pensĆ© que no se llenarĆ­an jamĆ”s.
Mi terquedad, mi ceguera, no me dejĆ³ verlo antes. A nadie va a sorprender si les cuento que muchas veces me dijeron que creĆ­an que la persona era esa. Y yo, bueno y yo soy terco y ciego. O mejor aĆŗn, lo era. A todos ellos les digo tenĆ­an razĆ³n. A todos ellos les pido perdĆ³n por no escucharlos antes, por negarlo, por hacerme el distraĆ­do. A mĆ­ me pido perdĆ³n por hacerlo. Esto me da mucha vida, mucha alegrĆ­a. EncontrĆ© mi brujula y equilibrio. CambiĆ³ totalmente el color de mis maƱanas. Pero no me refiero a mis Ćŗltimas 60 maƱanas, sino a un nĆŗmero mucho mas grande.
Recuerdo que no hace mucho fui a San NicolĆ”s. Cuando estaba llegando a la entrada del santuario de la virgen me preguntaron si sentĆ­a olor a rosas. Yo no sentĆ­a nada, y ahĆ­ me contaron que hay mucha gente que siente ese particular aroma cuando la virgen hace su apariciĆ³n. Ya lo sabĆ­a de antes pero con ese comentario lo recordĆ©. Hoy siento un olor extraƱo. No es a rosas, pero es un olor muy lindo. Un perfume que rompe mi ropa y se mete sin pedir permiso por los poros de mi piel. Me inunda el alma, me inunda el corazĆ³n. Me respira y me dice “de acĆ” no me voy”. Me abraza. Me acaricia. Me acompaƱa. EstĆ”. Siempre estĆ”. Y lo mejor es que antes tambiĆ©n estaba pero yo… yo era terco y ciego.
No sƩ como agradecerte ese contagio de vida que me haces sentir. Esa luz. Esa mirada de esperanza que junta nuestros ojos y lo convierte en un solo par. Estas manos que son dos, estos pies que son dos, esta vida que es una y cuyo trailer la convierte en una pelƭcula seriamente candidata al Oscar.
¿Saben? Me siento bien. Espero no equivocarme. Espero que no sea un espejismo. Espero que estos Ćŗltimos tiempos de sed no me estĆ©n haciendo una mala jugada. Espero no delirar.
Nunca conocĆ­ de esta forma a alguien asĆ­. Nunca tuve esta mirada. Su risa contagia, atrapa. Sus miedos enternecen, atraen. Me provoca mucha envidia. Me refiero a que la primera sensaciĆ³n que surge al estar cerca es “pobre, que vida difĆ­cil” pero despuĆ©s se encarga de que veas y sientas las cosas de otra manera. No puedo dejar de envidiar las batallas peleadas, las que ganĆ³ y las que perdiĆ³. ¿Como puede ser? ¿CĆ³mo puede ser que alguien luche tanto? ¿CĆ³mo puede ser que no se rinda? Si tiene todas las caracteristas de una persona que decidiĆ³ dejar de ser persona. De alguien que pierde las batallas antes de empezarlas. Y lo peor, y lo mĆ”s sorprendente, es que definitivamente es asĆ­. Es una de esas personas que pareciera que encara todo sabiendo que no le va a salir. Pero supongo que Dios existe, o la justicia divina, o AlĆ”, o algo, porque a pesar de esa sensaciĆ³n anticipada de derrota se pone su mejor traje, su mejor pilcha de guerrero, y sale. Y pelea, y aunque no me crean: gana. SĆ­!! Gana!! No sĆ© como explicarlo, podrĆ­a ocupar pantallas y pantallas de este blog y seguirĆ­a sin encontrar las palabras justas. Simplemente eso, gana…
Y no saben que lindo es despertar una maƱana y darte cuenta que estĆ” ahĆ­. Que despertĆ”s y te mira. Que te toca los pies. Que con los ojos cerrados le pide al despertador “por favor un ratito mĆ”s”. Que te abraza y te pasa su calor. Sentirte parte de eso es sencillamente increĆ­ble. No tiene precio. Vale la pena pagar lo que sea por ser parte de su vida. Vale la pena lo que sufrĆ­, y tambiĆ©n aguantar las malas que vengas. No importa. Estoy dispuesto a pagar las cuotas que sean necesarias. Pero me quiero quedar acĆ”, y quiero que se quede. Quiero que sea parte de mi vida y yo ser parte de la suya. Como estos Ćŗltimos dĆ­as. Estos Ćŗltimos y cautivantes dĆ­as. Yo no me quiero ir, no quiero que se valla. Ya perdĆ­ demasiado, de algĆŗn lado, seguramente de su contagio, voy a encontrar la fuerza necesario para no perder mĆ”s. Para que este 1+1 siga siendo 2.
Gracias por dejarme ser parte de vos, y hacerme entender con simples palabras, o irremplazables silencios, tantas cosas. Te lo dice alguien que cuando creĆ­a que tenĆ­a todas las respuestas, de pronto, le cambiaron todas las preguntas. Me gusta este nuevo cuestionario. Es un nivel mĆ”s, es mĆ”s difĆ­cil, te deja muchas mĆ”s incĆ³gnitas pero tambiĆ©n la certeza de que al final de la Ćŗltima pregunta el aprendizaje serĆ” mucho mĆ”s grande. Gracias por estar, gracias por no irte cuando todo mi presente se te hacia insoportable, cuando a pesar de todo sentĆ­as que era mejor no verme. No me considero gran cosa pero si realmente disfrutas esto tanto como yo, supongo que ese es tu premio a tanta constancia. A tantas lĆ”grimas en lugares donde no podĆ­an verte.
Hace unos dƭas me encontrƩ con alguien que buscaba hace mucho pero no lo hacia en el lugar correcto. Estaba mucho mƔs cerca de lo que creƭa. Viviendo conmigo. En casa. Durmiendo en forma solitaria tratando de no interrumpir. Esperando su momento. Su lugar. Hace unos dƭas me encontrƩ con Ramiro, y me estƔ dando una paz que me gusta mucho. Gracias loco, por bancarme y esperar. Espero no defraudarte.

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