Cantando bajo la lluvia...
Se va Abril y me acuerdo que no escribĆ nada este mes. Lo pensĆ©, muchĆsimo, pero sigue aquella autocensura que comenzó hace unos aƱos cuando en NoguĆ©s me dijeron que lo deje de hacer. Y yo, dĆ©bil pero orgulloso, lo escuchĆ©. Aun sigo creyendo que para bien aunque las cosas no han cambiado tanto desde entonces. El postre sigue sin estar a punto o, quizĆ”s peor, ya estĆ” vencido.
Viajo por Buenos Aires bajo la lluvia. Salgo de la boca del Subte B. Estación Carlos Pellegrini, Corrientes y Nueve de Julio, y antes de que se me termine el techo sobre la cabeza veo que una cortina de agua casi imperceptible, lo mÔs parecido a una neblina, me tiñe de un tono gris la ciudad. La gente baja rÔpido las escaleras para protegerse. Los que suben también apuran el paso tratando de encontrar el rincón mÔs cercano al cartel de McDonald que los proteja del agua.
La canción decĆa “Marzo vendrĆ” lluvioso, Abril soleado y celoso”. Una hermosa letra pero tambiĆ©n es una nueva confirmación de que la vida no es una pelĆcula, ni un libro, ni mucho menos una canción.
Y con esas sensaciones subo las escaleras. Llego al punto de estar sobre el nivel del subte, iba a decir mar pero no se la altitud exacta, y el golpe esa gris llovizna me toca. Me hace ir despacio. Prender un cigarrillo. Caminar las cuatro cuadras que me faltan con un tranco corto, pausado, pensativo…
PD. SĆ, ya sĆ©. No dije nada. La autocensura es crónica. Me guardo los mejores renglones para mi y este mirar el techo blanco de mi habitacion donde se refleja la luz nocturna de caballito que entra por la ventana. Solo decir, rubia, que "si te faltan refuerzos, mi telĆ©fono en tu agenda y la certeza de sentir..."
PD1. Se va Abril. Feliz cumple Richard. No te voy a decir que te extraƱo porque no sabria decirte que parte. Creo que un "te necesito" serĆa mas acorde al momento.
Viajo por Buenos Aires bajo la lluvia. Salgo de la boca del Subte B. Estación Carlos Pellegrini, Corrientes y Nueve de Julio, y antes de que se me termine el techo sobre la cabeza veo que una cortina de agua casi imperceptible, lo mÔs parecido a una neblina, me tiñe de un tono gris la ciudad. La gente baja rÔpido las escaleras para protegerse. Los que suben también apuran el paso tratando de encontrar el rincón mÔs cercano al cartel de McDonald que los proteja del agua.
La canción decĆa “Marzo vendrĆ” lluvioso, Abril soleado y celoso”. Una hermosa letra pero tambiĆ©n es una nueva confirmación de que la vida no es una pelĆcula, ni un libro, ni mucho menos una canción.
Y con esas sensaciones subo las escaleras. Llego al punto de estar sobre el nivel del subte, iba a decir mar pero no se la altitud exacta, y el golpe esa gris llovizna me toca. Me hace ir despacio. Prender un cigarrillo. Caminar las cuatro cuadras que me faltan con un tranco corto, pausado, pensativo…
PD. SĆ, ya sĆ©. No dije nada. La autocensura es crónica. Me guardo los mejores renglones para mi y este mirar el techo blanco de mi habitacion donde se refleja la luz nocturna de caballito que entra por la ventana. Solo decir, rubia, que "si te faltan refuerzos, mi telĆ©fono en tu agenda y la certeza de sentir..."
PD1. Se va Abril. Feliz cumple Richard. No te voy a decir que te extraƱo porque no sabria decirte que parte. Creo que un "te necesito" serĆa mas acorde al momento.
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